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miércoles, 15 de junio de 2011

GRACIAS




Faltan dos días para que vuelva a Albacete. Si Dios quiere, durante tres meses disfrutaré de sus calles, de su gente, de su insoportable calor, de mis amigos, de mi familia…

Estos últimos días en el seminario me están resultando agotadores: si la época de exámenes durará un poco más, yo creo que no lo resistiría. Todos estamos nerviosos , cansados y con ganas de volver a casa.

El Padre espiritual me ha hecho un encargo para estos días: Se trata de vivirlos en acción de gracias. A pesar de todo dar gracias. ¿Si no entiendo la forma en que actúan los profesores? Dar gracias porque los tengo. ¿Si ya no aguanto ni un solo día más la comida? Dar gracias porque la he tenido durante nueve meses que ha durado el curso. ¿Si no comprendo a los compañeros? Dar gracias por ellos y por todos los momentos buenos que hemos pasado durante este curso (que han sido muchísimos).

Una de las cosas que peor me hacen sentir es mi egoísmo: no me gusta nada descubrirme mirándome a mí mismo y es algo que hago muy a menudo. A veces la inercia, la costumbre, el día a día, me hacen olvidar lo afortunado que soy.

A pesar de las dificultades que se acumulan y que nada tienen que ver con mi vida en el seminario,( son lastres de mi pasado profesional, que todavía “colean”), soy muy afortunado porque a mi edad ( 36 añitos ya), el Señor me ha llamado a ser su discípulo. Es alucinante. Y a poco que me fio de Él, me hace las cosas muy sencillas. La cosa empeora después,porque yo soy un “zanorio”, que enseguida caigo, me olvido…

No voy a alargarme mucho más hoy. Mañana tengo el último examen: Vaticano II y me tengo que meter entre pecho y espalda las cuatro constituciones y demás, pero no quería terminar el curso sin dar las gracias.

Gracias a todas aquellas personas que permiten el que yo pueda estar aquí en Alicante estudiando, conociendo más al Señor, conociéndome y corrigiéndome más a mí mismo. Gracias a todos aquellos a los que os cuesto “las perricas” . Gracias a mi familia y amigos que muchas veces no entienden nada, pero me dicen: “si tu eres feliz, yo también”. Gracias a vosotros, lectores del blog que me aguantáis: aprovecho la ocasión para mandar un saludo a los amigos de Méjico, Argentina, Colombia, Perú, Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Chile e Italia que también lo siguen y que me ayudan con muchos comentarios que aunque no publico, están ahí.

Gracias a mis hermanos seminaristas de Albacete por lo mucho que me aguantan, también a los de Alicante, a mis formadores y Obispos.

Gracias a ti Señor: Sabes en lo que te has fijado. Valgo bastante poco, me cuesta bastante estudiar, físicamente , fallo más que una escopeta de feria… Aun así me quieres. Lo noto cada vez que me siento delante del Sagrario.

Gracias María, Madre de Dios y Madre mía: este curso he descubierto un poco más como eres. Espero poder seguir dando pasitos.

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