Tenía pensado hacer una entrada que resumiera todo este
tiempo que he estado sin escribir, pero veo que no... han sido tantas las cosas
que he vivido y pensado que no terminaría nunca de escribirlas. Prefiero
subirme al tren del calendario y lo hago a ritmo de charanga, acompañando al
adefesio, la ridiculez, la bufonada, excentricidad y extravagancia de una “fiesta”
que nos han “colocado” con un embudo maligno,
pernicioso y dañino.
Estoy hablando, como ya sabes por el titulo de esta entrada,
de eso que llaman “Halloween”
Recuerdo la
celebración de estos días y muy particularmente esta noche (es 31 de Octubre)
en mi infancia. En la casa , metidas en un barreño, las “mariposas” flotaban en
el agua, apurando el aceite que la abuela les iba suministrando. Con cada nuevo
chorrito de aceite, una oración por los
difuntos, una invocación a los santos. “¡Josete ven!” me decía, “vamos a
encender unas velas en la ventana de la cocina”. “¿Por qué tantas luces
abuela?, ¿por qué tantos rezos?” preguntaba yo. “Es la noche de todos los Santos”
contestaba sin dudar mi abuela, “mañana iremos al cementerio a llevarle unas
flores al abuelo y pasado mañana iremos a Misa para pedir por todos los que ya
no están aquí, pero que nos esperan en el cielo”
Estas palabras están grabadas a fuego en mi memoria y en mi
corazón. Mi abuela hoy ya no es capaz de recordarlas. Quién sabe si en esa
cabecita suya, enferma de demencia senil, aparecerán fugaces estos recuerdos.
Gracias a ella, a mi abuela Paca , desde
bien pequeño supe que no siempre íbamos a estar en este mundo, aprendí también
que cuando dejamos este mundo vamos a otro: “el cielo” y sobre todo aprendí que
a los muertos no hay que olvidarlos, que, de alguna manera seguimos teniendo
una “responsabilidad” con ellos: la oración.
Mentiría si dijera que esa noche no me daba algo de repelús,
pues eran cosas que se me escapaban de las manos. Tenía miedo de que al llegar
la hora de dormir, aquellos familiares a los que en algunos casos ni siquiera había
conocido, tuvieran el “detalle” de
hacerme una visita. Sin embargo con mi abuela no sentía miedo. Aun me parece oír
el sonido de aquella vieja cama-mueble que tenía en su habitación y en la que
me acostaba . Desde la suya, la abuela me hablaba hasta que me dormía…
Tendría yo unos siete
años, es decir hace treinta. En aquella época no se veían calabazas huecas, ni
disfraces de muertos, ni de diablos… en aquella época, estos días eran para el
recogimiento y la oración, para el recuerdo amoroso de los que ya no están.
También para la alabanza de Dios y de sus Santos, que brillan en el cielo como hermosos
luceros.
Que le pregunten hoy a un niño español de siete años que es
eso de la oración, y del cielo, y del cementerio. .. es fácil escuchar a
algunos padres decir: “yo no llevo al niño al cementerio porque es un lugar muy
triste…” ¡Claro! Es mucho mejor vestirlo de muerto para que vaya a clase a
manchar de sangre de “pega” a sus compañeros.
Esta tradición que para nada es nuestra, se ha ido metiendo
en nuestras vidas sin saber cómo. Lo peor de todo es que somos tan
rematadamente tontos que somos incapaces de preguntarnos por las cosas que
hacemos. “ La Mari va a llevar a la guarde a su Hija Berta vestida de muerta,
pero yo voy a vestir a mi Tomás de satanás que impresiona más”.
Más “gordo” es que estás fiestas de disfraces estén celebrándose
en algunos colegios religiosos y de “republica
bananera” resulta que alguna catequista “iluminada” por la vela de la calabaza “halloweenera”,
proponga tal esperpento para una reunión con los niños en la parroquia. ¿Parece mentira eh? Pues hasta aquí llegamos.
“La palabra de
"Halloween" como tal, comenzó a usarse por primera vez en el siglo
XVI, y provenía de la variación escocesa de "All Hallows' Even" que
significa "víspera de todos los Santos".”
Hallowen tal y como la conocemos hoy, es a la
fiesta de Todos los santos, lo que Papa Noél es a los Reyes Magos: una forma de
eliminar a Dios y lo religioso de nuestra vidas. Además , es una forma perfecta de convertir a
nuestros niños y por ende a la sociedad del futuro , en tontos “empinaos”.
Porque vamos a ver…
sustituir a los Tres Reyes Magos por un señor vestido de rojo que ha bajado por la chimenea
( Más del 95 % de los hogares de España no la tienen) y que ha dejado aparcado
el trineo en el tejado, para que descansen los renos que están agotados por el “jet
lag”? tampoco me parece una opción que
ayude mucho a la inteligencia. Con los Reyes Magos por lo menos, hay un mensaje de amor y de fe
que no hay en Papa Noél, y además ¡qué narices! Que los Reyes Magos forman
parte de nuestra vida desde hace cientos de años.
Bueno… a lo que iba. A continuación os dejo unas cuantas
razones para no celebrar, ni fomentar la celebración de “Halloween” tal y como
nos lo han vendido las películas y los medios de comunicación:
1ª Razón: detrás de todo esto está el Demonio. Y lo digo así
porque no se puede decir de otra manera: Todo lo que nos aparta de Dios es obra
del Demonio y ya está.
2º Razón: Su origen
no tiene nada que ver con España ni con otros muchos lugares donde se celebra: “Halloween
tiene su origen en la historia de los celtas y en una festividad conocida como
Samhain que literalmente significa 'fin del verano'
3º Razón: España
es muy rico en tradiciones, no puede
faltar que el día de difuntos vayan las familias a los cementerios o que se
preocupen de tener su lápida bien arreglada y con flores. Celebrar Halloween es
olvidar nuestras propias costumbres para acoger otras.
4ª Razón : La parte que realizan los niños en “Halloween” es
la parte inocente , la parte lamentable es la que ejecutan algunos adultos y
adolescentes, quizás guiados por una fuerza maligna. En esa noche ( 31 de Octubre) las estadísticas
hablan de un aumento muy considerable de actos de violencia, asesinatos,
suicidios, violaciones y ritos satánicos en los que en ocasiones mueren niños .
No sin razón es conocida también por la “Noche de Satán”. Por otra parte los
sacrilegios y robos de formas consagradas se disparan en estos días. Estas
formas son utilizadas en ritos satánicos.
5ª Razón : Conociendo el origen y el significado del Halloween,
vale la pena reflexionar si todavía queremos que nuestros hijos o nosotros
mismos nos disfracemos de figuras malignas para celebrar esta infame noche en la que, aunque no lo creamos, miles de brujos y
satanistas se reúnen para orar por la propagación del mal.
6ª Razón: La Biblia dice:
(EN LA NOCHE DE HALLOWEEN SE PRACTICAN CIENCIAS OCULTAS Y
ESPIRITISMO.)
“…no aprenderás a hacer las abominaciones de aquellas
naciones…no sea hallado en ti quien practique adivinación, ni agorero, ni
sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni QUIEN CONSULTE
A LOS MUERTOS. Porque es abominación para con Dios cualquiera que hace estas
cosas” (Deuteronomio 18:9-14)
(HALLOWEEN ES UNA
COSTUMBRE PAGANA PRACTICADA EN MUCHAS NACIONES)
“No aprendáis el camino de las naciones….porque las
costumbres de los pueblos son vanidad” (Jeremías 10: 2-3)
( SE ENSEÑA QUE HALLOWEEN NO TIENE NADA DE MALO)
“ ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo;
que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por
dulce, y lo dulce por amargo!” (Isaías 5:20)
Pues esto es todo.
Pidamos al Señor que nos ilumine. A todos los santos que intercedan por
nosotros y nos ayuden a ver el camino de la verdad. Y a la Santísima Virgen que
esté siempre a nuestro lado en la lucha contra todo lo que sea contrario al
Reino de Dios.