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domingo, 3 de abril de 2011
MARIA EN LA INDIA
Tenía ganas de escribir esta entrada desde hace tiempo, pero que os voy a contar... lo de siempre.
María es una chica a la que no he visto jamás, no sé cómo suena su voz, nunca hemos cruzado una mirada, no conozco su sonrisa, ni sus gestos, y... quién sabe... quizás nunca la conozca.
Una noche, mientras estudiaba, alguien tocó a la puerta de mi cuarto. Como siempre, tengo la llave echada ( el viento abre la puerta ) y tengo que levantarme para abrir. Tras ella está Miguel Cano, un seminarista al que quiero la mayoría de los días, pero al que mataría de muerte lenta al menos otras dos veces al mes. Miguel trae bajo el brazo un libro blanco, sin títulos... y me lo entrega con la sonrisa del que sabe que está haciendo un muy buen regalo.
Miguel: Toma, léelo, he pedido permiso y puedes hacerlo.
Yo, pensando: ¿Ha pedido permiso? ¿Pues que será esto? ¿Un documento privado del Vaticano? .
¿Qué es esto? (le pregunto)
Miguel: es el diario de una amiga mía que ha estado en la India y te lo traigo para que lo leas.
Yo (pensado): a ver, a ver... tengo dos exámenes que hacer, varios trabajos por entregar, un montón de escritos que me llevan pidiendo un mes... ¿ qué mejor puedo hacer que leer el diario de la amiga de Miguel , que ni siquiera sé quién es ?. (algo me debe notar Miguel, porque me dice)
Miguel: léelo, sé que te va a gustar, son dos ratos, léelo. Ya le he pedido permiso a María y no tiene ningún problema en que lo leas.
Yo (pensando) : María?... ¿Quién es María?
En fin... que me quedé con el diario de una desconocida en mi estante de cabecera.
Y esa misma noche, más por curiosidad que por otra cosa, comencé a leer el diario de María, en el que narraba su viaje de un mes a una leprosería de la India.
La narración me enganchó tanto, que a los dos días ( en ratos), ya lo había terminado.
Algo me llamó la atención desde el principio de la lectura: el papel se volvía de carne narrando sufrimiento, y la fría y seca tinta se convertía en cálida y viva sangre escribiendo amor. Se volvía entre mis manos, corazón palpitante el diario de María. Podía notar sus alegrías e ilusiones, sus miedos, incomodidades, enfados y decepciones como si estuviera con ella en ese mismo momento
Esta María debe ser una gran mujer,(pensaba mientras leía) con un gran corazón, con un fuerte carácter... No sé por qué intuyo que no le gustan las medias tintas, y que gusta de llamar a cada cosa por su nombre...
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No soy capaz de recordar nombres ni de personas ni de ciudades. Pero sintetizaría en diario de María en unas pocas ideas:
1º No es nada romántico ( como algunos pueden creer) irse de Misiones, al menos no en una Leprosería.
2ºCuesta mucho separarse de lo que uno quiere: familia, amigos, novio etc , pero la dolorosa experiencia te sirve para aprender a amar a otros y descubrir lo que quieres y necesitas a los tuyos.
3º Uno se conoce mejor fuera de su Tierra. ¡Sal de tu Tierra! dijo el Señor a Abraham. María en sus ratos de silencios, de soledad en la habitación, de llantos, aprendió mucho sobre sí misma.
4º Dios necesita manos como las de María para jugar con los leprosos y curarlos, para leerles novelas, para rezar junto a ellos.
5º Los leprosos de hoy, necesitan al Jesucristo que les llega en la persona de María como en la de tantos otros que dejan todo para cuidarles.
6º Algunos curas a veces le quitan las ganas de trabajar al más pintao, pues les cuesta bajar a la arena, Muchas veces se olvidan que aunque alguien tiene que dirigir las cosas, es necesario estar cerca de los voluntarios manchándose las manos de barro.
7º La Iglesia necesitas recursos económicos para mantener las obras que tiene; pero para conseguirlos no es necesario que la monja de turno atraque a mano armada a los voluntarios. (Pedimos más que un fraile).
8º No te quejes cuando en tu casa no salga el agua del todo caliente, o cuando tu madre te ponga en la cena algo que ha sobrado de la comida, o cuando no tengas una aspirina que tomarte, o un bolígrafo para escribir, o cuando los zapatos no te hagan juego con el bolso, o cuando el anillo que te ha regalado tu pareja no sea de tu agrado. Mucha gente:
- No tiene ducha, ni sabrá en su vida lo que es abrir un grifo de agua.
- Cena y come lo mismo todos los días (cuando hay).
- Muere o empeora mucho de su enfermedad porque en su lugar de residencia no hay ni dinero ni medios para conseguir la medicación que necesita.
- No sabe escribir. ( a no ser que gente como María tenga un par y deje su casa para ir a enseñarles)
- No necesita zapatos ni anillos, pues han perdido los pies o los dedos debido a la lepra.
Gracias María por lo que me has enseñado, gracias en nombre de todos aquellos que se quedaron llorando porque volvías a Valencia. Gracias por amar con el corazón de Cristo y de su Santa Madre María.
Perdona María a los que no saben valorar lo que tienen. Perdona a los que van a esos lugares como a un lugar de vacaciones; a los que tiene que volverse porque no aguantan la presión y la dureza del lugar.
Perdona María al clero , a las religiosas que ( no sabemos si por costumbre, comodidad o como escudo) se vuelven impermeables ante tanta desgracia. Tu sabes que hay grandes sacerdotes y religiosas que se han dejado la vida en las misiones. Reza por unos y otros.
Gracias María, Gracias.
Y Miguel… a ti que te diré… en patinete, a caballo de Rejoneo, en monopatín, en una harley, en bicicleta… pero a pesar de todo te quiero.
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Tengo que decir que tu entrada me ha emocionado hasta el punto de sacarme las lágrimas (aunque eso, desde que volví de la India, es bastante fácil)
ResponderEliminarTengo que pedirte que no me des las gracias, pues no se merecen. Una hace lo que puede, y como me nace, lo hago de muy buen gusto.
Desde aquí quiero pedir a todas las personas que lean tu blog que si tienen un mes de vacaciones, por lo menos gasten 2 semanas en ir a un país como la Índia e intenten ayudar (aunque realmente ellos son los que te ayudan a ti) a esas personas que terminan siendo parte de tu familia.
Normalmente no me suelo arrepentir de mis actos, pero de este sueño que tanto me ha costado cumplir... es que no tengo palabras.
El diario era una manera de desahogarme, por llamarlo de alguna forma. Me alegra muchísimo que hayas sentido todo lo que escribes mientras lo leías, pero te puedo asegurar que no se puede comparar a vivir esta experiencia.
Si empiezo a hablar de ese mes (sólo estuve un mes, Dios mío!!) no pararía...
Como bien dices, me ayudó mucho a conocerme. He madurado mucho y soy capaz de sentirme agradecida por todo lo que tengo. Soy FELIZ! y hacía mucho tiempo que yo no sabía lo que era sentir eso...
Muchísmas gracias por esta entrada, me ha encantado.
Y puedo decir que me conoces más que mucha gente que sí que me ha visto y me ha oído y ha visto mi sonrisa... Me has calado.
Un abrazo muy fuerte y ojalá podamos vernos algún día.
María
Excepcional. Magnífico. Poco más puedo añadir. Tan acostumbrados estamos a ver que medio mundo se muere de hambre y por enfermedades ya erradicadas en el mundo "desarrollado" que lo hemos aceptado como algo normal y seguimos indiferente ante ello, lo cual me parece una falta tan grave como ser los causantes directos.
ResponderEliminarPor eso me alegra tanto que haya gente como María y Valtueña, para que una se atreva a dar el paso y actuar por lo que es justo (como Dios manda), y para que el otro difunda ese mensaje y no permita que al resto se nos olvide la realidad de las cosas. Porque personalmente soy de aquellos que no se atreven a tender la mano para ayudar, de los que se quedan a la puerta de los hospitales, de los que huyen del dolor y la miseria. Por eso os repito, gracias por este testimonio tan bello y precioso, ojalá todos los que lo lean aprendamos y reflexionemos.
Di que sí, María, que seguro que os veis, por lo menos en alguna de mis ordenaciones o algo, ya te presentaré. Te mereces ser feliz, MUY FELIZ. Dos besos.
ResponderEliminarEl vecino de enfrente.
La verdad es que muchas veces nos encontramos con ese sector del clero que te deja anonadado y hasta te ofende si te consideras parte de la Iglesia...Menos mal que luego llegan este tipo de personas y de historias (digo historia como parte de la historia, hechos) que te recuerdan por qué estamos aquí y lo poco que haces tú en comparación...
ResponderEliminarY desde luego, el anuncio de la "Infoxicación" es genial, sólo que ellos lo acaban hacia un coche me parece, pero es cierto que tenemos los ojos tan llenos de paja que todos estos dramas pasan desapercibidos.
Un abrazo tío.
Belmonte.